4 meses, 3 semanas, 2 días |
Dejo caer esta pequeña bomba: ¿Qué es retratar la realidad?
El cine, a diferencia de la literatura, trabaja con las cosas materiales que tenemos para construirse. No vasta con que el director, el guionista o el productor tenga una buena idea; hay que darle forma y construirla. Pero hay muchas maneras de enfocar el combate entre la cámara y la realidad.
- El cine es contar una historias. El cine es una evolución de la literatura y por tanto existe todo un despliegue de géneros a los que atenerse para crear historias con sus reglas, modelos, estándares...
- La realidad es una anécdota: que le den dos duros a la realidad. Yo cuento mi historia y me da lo mismo ambientarla en la Edad Media o en el futuro. Por ejemplo, War horse (Steven Spielberg, 2011) se centra en la amistad. En su caso, mientras que el escenario en el que transcurra tenga un halo de romanticismo pasteloso y de tragedia, podría desarrollarse en el jardín de mi casa y tener de protagonista a un perro en lugar de a un caballo.
- La realidad se construye, ya sea con escenarios o con CGI (imágenes generadas por ordenador como en el caso de Origen de Cristopher Nolan). Crear mundos fantásticos o de ciencia ficción, películas históricas...
- Hiperrealismo; el estilo documental. En estos últimos años se ha desarrollado el estilo documental en géneros tan variados como el terror. Véase REC o Paranormal Activity. Pero también el hiperrealismo puede tener intenciones más nobles que quieren mostrar la realidad con un naturalismo desbordante. Me viene a la cabeza lo que quiso hacer Lars von Trier con su Dogma 95, el neorrealismo italiano o la Nouvelle Vague francesa.
- Mostrar la parte más trágica de la realidad. Y encima, no hay redención. Hay un tipo de directores que están empeñados en dejarnos claro que la vida es una desgracia y que se es más sincero con la realidad si se muestran las bajezas humanas. Por suerte hay grandes películas dentro de este cajón como 4 meses, 3 semanas, 2 días (Cristian Mungiu, 2007). En este caso se muestran las penurias del aborto desde el punto de vista de unas chicas rumanas de los años 80. Por trágica que puede parecer, esta película es justa con la realidad porque no asfixia a la esperanza.
- Recurrir a la metáfora o a la poesía. La vida es demasiado bonita para solo documentarla. Hay que ir más allá, hay que superar la realidad y hacer de ella poesía. Un ejemplo reciente y magnífico es El árbol de la vida (Terrence Malick, 2011). Estas películas son el resultado de una idea del director y suelen tocar cuestiones abstractas y reflexiones sobre la vida y el ser humano: el cine de Tarkovski, Bergman, Rossellini, Rohmer, Wes Anderson, ect.
- La animación: ya me hago yo la realidad. Podría pensarse que las películas de animación están en inferioridad respecto al resto de películas. Nada más lejos de la realidad. De hecho, uno, en animación se puede lograr lo mismo que con la imagen real, y dos, no he escrito que en los anteriores puntos no se incluya el cine de animación.
A cada película hay que pedirle lo que puede dar. Algunas solo darán entretenimiento de alta calidad y otras -además, o solo- dis-frute. Es decir, después de ver esa película podremos irnos con algo que no poseíamos antes de verla. La postura de aquel que solo ve "cine de autor" porque el resto del cine es basura es empobrecedora (y a la inversa también).
En definitiva, cualquier tema podría abordarse desde diferentes puntos de vista, siempre y cuando se mantenga la verdad de lo que se cuenta, sin hacer trampas en el desarrollo de los personajes, de su mundo interior. Por ejemplo, este año hemos tenido dos adaptaciones del cuento de Blancanieves: Blancanieves y la leyenda del cazador y Blancanieves (Mirror, Mirror). Cada una ha optado por contar la historia de manera totalmente diferente.
En fin, el eterno debate entre realidad e imaginación.
En definitiva, cualquier tema podría abordarse desde diferentes puntos de vista, siempre y cuando se mantenga la verdad de lo que se cuenta, sin hacer trampas en el desarrollo de los personajes, de su mundo interior. Por ejemplo, este año hemos tenido dos adaptaciones del cuento de Blancanieves: Blancanieves y la leyenda del cazador y Blancanieves (Mirror, Mirror). Cada una ha optado por contar la historia de manera totalmente diferente.
En fin, el eterno debate entre realidad e imaginación.
Tienen mérito estos actores que no ven que están "haciendo" en realidad. |
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