¿Series, sí? ¿Sagas, no?

Andy Serkis cree que cabe la posibilidad de que Gollum aparezca en las siguientes entregas de 'El Hobbit'. Vía Ecartelera

Las sagas. Hay quien escucha esa palabra y grita sin parar: ¡Ya han fastidiado la historia! o ¡Solo les importa el dinero! ¡¿Dónde está el cine de autor?! Bueno, pues yo no grito sin parar. Por otro lado, sin embargo, todos están entusiasmados con las series (su octavo arte) e incluso llegan a hablar de la época dorada de la televisión. ¿En qué quedamos? ¿Historias de capítulo cerrado o historias que abarquen varios capítulos?

En la televisión estadounidense están trabajando los guionistas que huyen de Hollywood y los actores que quieren demostrar que sí que valen. No creo que la situación sea tan idílica. Los estándares de televisión, con sus pausas publicitarias y la necesidad de dejar un cebo para el siguiente capítulo, impiden en un alto porcentaje esa creatividad o comodidad que tanto promulgan algunos. Otra razón que dan es que en la TV se pueden tratar los temas tabú del cine para las grandes audiencias. Bueno, pero eso ocurre en las TV Networks de pago como HBO (de poca audiencia) y rara vez en las gratuitas como ABC. Si se hacen series con violencia y sexo es porque venden más. Si no lo creen así, pregunten a un productor ejecutivo en España cómo mantener viva una serie sin desnudos gratuitos.

Series, sí. Sagas, no. ¿Por qué? ¿Por qué Peter Jackson decide hacer tres películas y no una (un libro-una película)? La razón que da él es que el universo creado por Tolkien da para más de una. Quédense con esta expresión: universo narrativo. Cambiemos de medio: los videojuegos consolidados generan multitud de precuelas, secuelas y espin-of. La clave es haber creado un mundo del que pueden surgir multitud de tramas, historias y presonajes nuevos. Halo, Assassin's creed, Call of Duty, etc son algunos de estos universos narrativos que rinden y permiten una involucración del jugador en un mundo creado, en donde en cada esquina del tablero hay una mina de oro narrativa. Con las series y las sagas de cine pasa lo mismo. Con cierto sentido común y de la mesura se pueden crear situaciones, escenarios y paradigmas de los que se enriquecen las historias de las series y sagas.

Halo, Halo Reach, Halo Wars son nombres de la franquicia de Bungie.

No hace más de un mes se dio la noticia de reanudar el "universo" de Star Wars. Ahora Peter Jackson hace lo mismo. Pixar prepara una secuela de Monstruos para el año que viene. Se adaptan todos los comics de superhéroes ¿Por qué? Por dinero y porque son un agarradero seguro para optener audiencia. Y lo que es más importante, son fuentes de historias. Y la gente quiere historias. Quiere volver a la Tierra Media, al Imperi Intergaláctico, a la Universidad de Monstruos, a Halo o adonde sea, con o sin sus personajes, pero siempre a ese reducto creado por la imaginación que tantas buenas experiencias nos ha concedido. Y eso, señores, se llama nostalgia. Un bien muy valorado.