Yo no soy una política profesional, sino que hago política ingenua e inocente con mis películas a mi manera, un poco con la misma ingenuidad de los niños. Y tal vez puedo ayudar a lograr un cambio en las actitudes.
Nadine Labaki
El viernes 2 de marzo se estrenó en España ¿Y ahora a dónde vamos?, una película coproducida por El Líbano y Francia y dirigida por una mujer, Nadine Labaki. Es su segunda película tras Caramel (2007). En un pueblo de El Líbano parece no ocurrir nada entre hombres y mujeres. La historia que se nos cuenta se centra en la llegada de la guerra y en la actuación disuasoria de las mujeres hacia los hombres para que no entren en esa guerra. Labaki hace una dura radiografía pero siempre contando con el humor como ingrediente fundamental para solucionar los problemas. Una actuación semejante a la que se da en Juan de los muertos (Cuba-España, 2011) Four lions (Reino Unido, 2010) o La banda nos visita (Israel-Francia, 2007)
Dejo ahora unos pocos puntos sacados de una entrevista de José María Aresté en la revista Decine21.com a la directora.
- Sobre el cambio social en países con un conficto religioso y político. La película parte de hechos reales para hacer una crítica social a la situación del Líbano en donde se produjo una colisión entre dos facciones, cristiana y musulmana, que desconfiaban entre sí, y aquello estuvo a punto de degenerar en una nueva guerra civil, tras vivir unos años de paz. Al tratarse de un asunto delicado las reacciones ante la película pueden ser de lo más variopintas, pero mi impresión es que personas que entran a ver la película con ciertos prejuicios porque les van a hablar de religión, en algún momento cambias su punto de vista, entienden la intención con que he hecho la película, sobre todo si la directora ridiculiza las razones por las que se recurre a la guerra y la violencia.
- Sobre el papel del absurdo y lo cómico en sus películas. Si en las noticias y en la política casi siempre se resalta la parte negativa de estas guerras porque es lo que adquiere más noticialidad Nabaki se decanta usar la ficción y su poder de acercar personas. He subrayando lo absurdo de la situación descrita, a través del humor, que para mí se convierte en algo necesario. A través de la exageración ridiculizo las razones por las que se recurre a la guerra y la violencia. Bien pensado era ridículo, absurdo, que personas bien avenidas durante tanto tiempo, en cuestión de horas sean contrarios irreconciliables.
- Experiencia personal a la hora de contar historias. Que una directora que cuente este tipo de historas y desde este punto de vista diga que yo he nacido y vivido en una región donde he debido aprender a autocensurarme, lo que ha llegado a convertirse en parte de mi personalidad da una idea de su arriesgada propuesta. Soy mujer, soy madre, y quiero que mi hijo crezca en una sociedad normal, sin conflictos permanentes y darle el beneficio de las dos culturas, la musulmana y la cristiana en un país donde actualmente se vive una situación de riesgo.
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