Recordamos las anteriores claves del éxito de Pixar. Primero: construir una industria de entretenimiento de calidad a base de creatividad. Segundo: superación tecnológica continua para crear mundos animados.
Pero el plato fuerte por el que el público valora la marca de John Lasseter son sus historias. En la actualidad hay escasez de buenos guiones que lleguen a ser una película con gran repercusión mediática. Una razón podría ser que resulta demasiado arriesgado contar historias que sin ser espectaculares consigan grandes recaudaciones y recuperen la inversión. Pero Lasseter, cumpliendo su papel de productor (rentabilizar una película sin denostar la calidad artística), apuntó alto y no se ha quedado corto. Hacer cine de animación equivale a que toda la familia va a ir al cine. El reto era que los niños disfrutasen, los jóvenes no se avergonzasen de ver cine de animación y los padres no se aburrieran. Pixar lo consiguió apostando en un gran equipo de guionistas capaces de escribir cada película en varios niveles de lectura.
Vamos a poner
el ejemplo de Toy Story que es la franquicia de Pixar (1995-1999-2010)
con los personajes más desarrollados.
La
premisa ya de por sí es curiosa e interesante: ¡¿Qué hacen tus juguetes cuando
no estás?! Con los muñecos los niños comparten su intimidad y crecen por lo que se vio que en Toy Story los juguetes no son solo muñecos que hablan. Toy Story 1 podría
ser la crisis de un juguete que, al ver que aquello por lo que ha sido hecho no
es lo que él pensaba, ha perdido las ganas de vivir (la crisis de Buzz Lightyear). TS2 sería la historia de una chica
escéptica que ha visto como el hilo que une a dos personas, la amistad, se
puede romper muy fácilmente a su edad (la vaquera Jessie). Y TS3 se
centraría en la contrapartida a las dos primeras partes. Es decir, el único sentido
para vivir no es vivir plácidamente (¿en una guardería?) sino ser para aquél
por el que existes: Woody y sus
amigos han sido creados para acompañar a su dueño mientras crece, si no es de esta manera, perderían ellos mismos su finalidad (se volvería a dar el caso de Buzz de la primera parte).
Todas
estas son grandes preguntas y cuestiones modernas que si hubiesen sido mostradas
directamente podrían haber generado mucha polémica.
Las claves del éxito en Pixar. Industria y creatividad (1/4)
Las claves del éxito en Pixar. Vanguardia en animación digital (2/4)
Las claves del éxito en Pixar: los niveles de lectura (3/4)
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