Las películas son propuestas

Escena del rodaje de Mar adentro (Alejandro Amenábar, 2004).

La película, que coincidió su estreno en momentos de agitación

acerca de la eutanasia, supuso un cambio significativo en la percepción

a favor de la eutanasia en España. 

¿El cine va a solucionar cuestiones políticas? ¿Va a conseguir que un pueblo salga de la pobreza? ¿Qué se acabe el crimen? Al menos directamente no. Pero las películas están hechas por personas, sobre personas y para personas. No es un producto de usar y tirar. Las películas nos configuran la personalidad: hacen mella. Es matizable pero tiene algo de verdad esta afirmación. En el imaginario colectivo el bien y el mal están configurados en gran medida por lo que hemos visto en las películas. También, por ello, es el responsable de que en nuestra cultura bien y mal tengan un valor más bien relativo.

Por tanto si el cine educa sentimentalmente por supuesto que sí que da respuesta a las preguntas del principio. Da o quita valor a los asuntos que nos configuran y que nos importan. Por tanto películas como Gomorra (la mafia italiana), Hoy Empieza Todo (la educación desfavorecida), La Lista De Schielder (el trato de los judíos en la II Guerra Mundial), Apocalypse Now (la guerra de Vietnam), Hotel Rwanda, Mar Adentro (la eutanasia), y un largo etcétera son como una semilla que se siembra en los espectadores: una PROPUESTA que el espectador usando su inteligencia acepta, contrasta, absorbe como una esponja, rechaza pero que nunca va a deja indiferente. Y si deja indiferente una película más otra película más otra significa que la idea ha calado y la aceptamos ya como pura normalidad en nuestra manera de ser.

En materia de opinión todo admite matices. Para eso está este blog.