¿Puede la ambición hacerte perder el sentido de la realidad? ¿Gran Hermano logra sacarte tu vida real o te obsesiona por ser tu "yo mismo" televisivo? El italiano Garrone vuelve a dar un "¡zas, en toda la boca!" a la sociedad occidental. Con un estilo muy directo que actualiza al neorrealismo Reality nos introduce en el día a día de un reality-show. Los niveles de perversión que produce este tipo de televisión es la fábula que nos cuenta Matteo Garrone. Interesará, no creo que sea una película que guste, a gente con estómagos fuertes que no vean la película con ligereza. Quizá fuese preferible conocer más de cerca la que fue su anterior película Gomorra.
Un matrimonio. Él es profesor de literatura que ha perdido las ganas debido a la falta de respuesta de sus alumnos; Ella es marchante de arte moderno sin éxito. Pero al matrimonio le falta el hijo que les devuelva la ilusión. Un alumno suyo es la respuesta que esperaba tras descubrir en él el interés literario. A partir de entonces le encargará que convierta su día a día en la casa de un amigo en un "folletín". Por ello, la realidad se transforma según los giros dramáticos convengan. Los dilemas morales propios de combinar la realidad y la ficción (aspecto tan formidable que hace el cine lo que es) son el punto central de la propuesta de François Ozon. La propuesta va más allá en el momento en el que se le pide al espectador participar de este juego moral.
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